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Gal Costa y su nueva luz impactan al público de Buenos Aires


Gal Costa y su nueva luz impactan al público porteño
Gal Costa presentó en Buenos Aires su nuevo CD, Recanto, con canciones escritas por Caetano Veloso, especialmente para ella

Por Sonia Mella

Todo era oscuridad, todo negrura, sala llena, silencio, y sin mediar ninguna presentación, se comenzó a escuchar... “Foi um pequeño momento, um jeito, uma coisa assim. Era um movimento que aí você não pôde mais, gostar de mim directo” (Da maior importância). Sensaciones estremecedoras y todo continuaba oscuro hasta que surgieron unas tímidas luces verdes sobre el guitarrista e iluminación clara para la diva brasileña, a modo de preámbulo de lo que luego se transformaría en deslumbramiento de la sala colmada del Gran Rex. 
Luego de esta canción, todo nuevamente negro, un negro que iluminaba, encandilaba, seducía, una oscuridad que invitaba al público a involucrarse en un proceso antropofágico. Continuó con Tudo Dói (CD Recanto), y comenzaron las sonoridades electrónicas. Sentada en un taburete, los leves movimientos de sus brazos y rostro recordaban a Caetano Veloso, “testigo clave” de todo el concierto. En este entorno, prosiguió con Recanto escuro. Luces rojas. Por momentos se presentía la imagen de una virgen roja y negra, en ese Recanto en que “…coisas sagradas permanecem, nem o Demo as pode abalar, espírito é o que enfim resulta, de Corpo, alma, feitos: cantar”
Recanto
Luego, ya de pie y jugando con el guitarrista se la escuchó exclamar “Atenção” y deslumbró al público con su versión de Divinho Maravilhoso, que terminó en contrapunto con el guitarrista cantando: “É preciso estar atento e forte, não temos tempo de temer a morte", al que se unieron las voces del resto de los músicos. Aquí, Gal creó un espacio para expresar “Gracias Buenos Aires, es una alegría estar aquí de nuevo con esta platea caliente”, y pasó a presentar a los músicos que participaron del concierto (Domenico Lancellotti en batería acústica y MPC, Bruno Di Lullo, en bajo y guitarra, y Pedro Baby en guitarra). Folhetim fue el siguiente tema, con el cual logró que el público cantara y soltara uno de los máximos aplausos de la velada.
De nuevo, todo oscuridad. Luz roja y pasó a interpretar Mãe y Segunda (CD Recanto), mediadas por un “Hermosa!” que alguien gritó desde la platea, al que Gal respondió con naturalidad y simpatía: “Gracias!”. La negrura dio paso a un clásico de su repertorio, Minha voz, minha vida, que cantó acompañada solo con guitarra. Luego de levantar su copa de agua en un claro salud con el público, consiguió movilizarlo en Barato Total, mientras las luces iluminaban la platea. Continuó con un alilado Autotune Autoerótico (CD Recanto), para volver a uno de sus clásicos: en violeta riguroso sonrió y cantó Dom de Iludir, canción a la cual empalmó Neguinho y Amor (CD Recanto), en la que hubo momentos de gran emoción, como en “Ressuscita-me, ainda que mais não seja porque sou poeta e ansiava o futuro”.
Después de tremenda letra, maravilló con el brillo de su voz en Baby y sorprendió en Vapor Barato, música en la que lentamente fue desplegando su increíble voz y preparando a la sala para el solo de guitarra de Pedro Baby. 
Así, en esta dinámica equilibrada de lo tradicional a lo electrónico, llegó Dia de domingo, en la cual la cantante interpretó con simpatía la parte de Tim Maia, en el tono y estilo de este último.
El concierto llegó a su fin y Gal Costa entregó toda su sensualidad en Miami Maculelé (CD Recanto) y se despidió, aunque el público logró obtener varios bises, entre ellos Mansidão (CD Recanto), Força extraña y Meu Bem Meu Mal, música que dedicó especialmente a su hijo, que cumplía siete años esa noche. De esta forma, se retiró del escenario para regresar ante la insistencia del público y despedirse de Argentina con la sala llena ovacionándola, cantando y bailando Barato Total.
Muchas gracias Gal Costa! No demores en volver! 

www.brasilesmusica.com.ar, by Sonia Mella. Divulgación de Música Brasilera para Público Hispano

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