Julio Cortázar... por Secos & Molhados. Letra y un artículo interesante sobre la banda
Mi amiga de Facebook, Goias, sugirió este tema, que por supuesto, está incluido en la Radio Secos & Molhados, de Radio Brasil es Música.
Me parece que cabe una mención individual a semejante canción, cuya letra es un fragmento de la obra "La Prosa del Observatorio", del argentino Julio Cortázar, musicalizado por João Ricardo, creador y principal compositor de la banda Secos & Molhados.
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Julio Cortázar |
Tercer Mundo (Julio Cortázar, João Ricardo)
Ahí no lejos
Las anguilas laten
Su imenso pulso
Su planetário giro.
Todo espera el ingreso
En una danza
Que ninguna izadora danzó
Nunca de este lado del mundo
Tercer mundo global
Del hombre sin orillas
Chapoteador de história
Vispera de sí mismo.
Las anguilas laten
Su imenso pulso
Su planetário giro.
Todo espera el ingreso
En una danza
Que ninguna izadora danzó
Nunca de este lado del mundo
Tercer mundo global
Del hombre sin orillas
Chapoteador de história
Vispera de sí mismo.
Transcribo a continuación un artículo sobre Secos & Molhados, publicado en Varietales de Luc Pierrot
Un cuerpo felino de cuero repujado y maquillado a lo kabuki se bambolea
en el escenario. Desde esa figura estilizada y andrógina brota una voz,
no menos ambigua ni menos armónica. Cuerpo y voz son uno o una, según el
caso. Y desde un tema beat eléctrico hasta una balada acústica, el
lirismo-contorneo de esa voz-cuerpo se fusiona con quien la oye o quien
lo ve, en una comunión musical que no necesita decodificación.
Ney
Matogrosso, antes de Freddie Mercury, antes de Kiss, pero después de
Bowie, del tropicalismo y Os Mutantes, fue el pilar de Secos &
Molhados durante los dos años apoteóticos de la banda brasileña formada
en 1971 por João Ricardo. En su corta vida, el grupo sacó dos discos, Secos & Molhados, de 1973, y Secos & Molhados II,
de 1974, en los que João Ricardo musicalizó varios poemas de autores
como Vinícius de Moraes, Fernando Pessoa, Julio Cortázar, Oswald de
Andrade, y Matogrosso los recitó melódicamente, con un registro que iba
del grave libidinoso hasta el falsete soprano.

Tal
vez lo más sorprendente de la banda paulista haya sido su repentina
masividad mercantil que la llevó a batir todos los records de ventas con
su primer disco. Hasta se cuenta que la discográfica tuvo que retirar
del mercado y derretir otros discos de vinilo para reeditar los de Secos
& Molhados. La tapa de ese primer disco muestra las cabezas de los
integrantes de la banda servidas en bandeja, en clara alusión al
movimiento antropofágico modernista y tropicalista de la vanguardia
brasileña. Brasil, glam, beat, poesía, dark, música acústica, Ney,
trova, hippismo, setentas, antropofagia, dictadura, masividad. Una
ecuación incierta.
Chingui chingui con
guitarras podridas, una cuerda de violines tapando un sintetizador,
composiciones clásicas con piano y guitarra, un acordeón y una flauta
traversa, alguna batería, cada tanto un bajo. Los estilos son múltiples y
casi no se mezclan, como lo indica el título del último tema, Toada
& Rock & Mano & Tango & Etc. Pero siempre por delante,
un cuerpo extravagante pone la voz, una voz envolvente pone el cuerpo.
Una pluma o una rosa sirven de extensión a ese cuerpo en tránsito,
mutante; y esos objetos se inscriben en el cuerpo, como en una gramática
perlongheriana.

En
esos dos discos, resaltan letras como Rosa de Hiroshima, de Vinícius,
con las que la banda sienta su posición política. A través de una
estética de cuerpos mutantes y anulados, de floras ajadas y cirróticas,
la poesía de Vinícius se dirige al mundo con versos fotográficos, con
imágenes apalabradas del horror: Pensem nas crianças mudas,
telepáticas / Pensem nas meninas cegas, inexatas / Pensem nas mulheres
rotas, alteradas / Pensem nas feridas como rosas cálidas / Mais oh! Não
se esqueçam da rosa, da rosa / Da rosa de Hiroshima, a rosa hereditária /
A rosa radioativa, estúpida e inválida / A rosa com cirrose a anti-rosa
atômica / Sem cor, sem perfume, sem rosa, sem nada.
O
Tercer Mundo, fragmento de "La Prosa del Observatorio", de Cortázar, en
una versión pseudo-flamenca cantada en español. En esa letra de 1972,
el escritor argentino perfila al humano posmoderno y la globalización
del tercer mundo; la piel humana de la Duncan y la piel mundana de
Discepolín frotándose en un baile atemporal y ubicuo: Ahí, no lejos,
las anguilas laten, su inmenso pulso, su planetario giro, todo espera
el ingreso en una danza que ninguna Isadora danzó nunca de este lado del
mundo, tercer mundo global del hombre sin orillas, chapoteador de
historia, víspera de sí mismo.
Los temas más
destacados de los discos, además de los dos mencionados, son Sangue
Latino, O Patrão Nosso, Fala, Flores Astrais, O Doce e o Amargo y
Delírio. Muchos de estos títulos ilustran los climas de la banda, como
ya dijimos, que puede debatirse alternadamente entre un rock furioso y
una melodía española oscura. Pero siempre está presente el éxtasis
sanguíneo, la inquietud carnal, el sonido corpóreo que, a la vez, cala
el hueso como un punzón frío y deja una herida como una rosa cálida.
Ney
Matogrosso se desvinculó de la banda luego del segundo disco y comenzó
su carrera solista a cara descubierta, pero con la misma impronta
exhibicionista, despojada e impudorosa, más mojada que seca.